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Tomar a los padres: el primer sí a la vida

En constelaciones familiares, el acto de tomar a los padres no es una idea simbólica, es un movimiento profundo del alma. Es el primer gran paso hacia el orden interno y la fuerza vital. Cuando no tomamos a nuestros padres, algo en nosotros queda incompleto.


Más allá del vínculo emocional

Tomar a los padres no significa llevarse bien con ellos ni tener una relación ideal. Muchas veces confundimos el amor con el afecto visible, pero en constelaciones hablamos de un amor más profundo, que se expresa en la aceptación de los hechos tal como fueron.

Tomar a mamá y a papá implica asumir que ellos nos dieron lo esencial: la vida. Y ese regalo no tiene comparación ni puede ser devuelto. Es aceptar que ellos fueron los grandes y nosotros los pequeños. Es decirles internamente: “Gracias. De ustedes lo tomo todo.”

Tomarlos tal como fueron

Tomar a los padres no es justificar ni negar. Es mirarlos con humanidad, reconociendo sus historias, sus limitaciones, sus dolores. No desde el juicio, sino desde la comprensión de que también fueron hijos, que también vinieron de un sistema más grande que los moldeó.

Si esperamos que hubieran sido distintos para poder tomarlos, seguimos atados a una expectativa infantil. Desde la mirada sistémica, los tomamos así como fueron, con lo que pudieron y lo que no, con lo que nos dieron y con lo que faltó. Y al hacerlo, algo en nosotros se ordena.

Cuando no tomamos a los padres

Cuando no tomamos a mamá o a papá, muchas veces buscamos en otras personas lo que quedó pendiente. Nos volvemos exigentes con la pareja, con los amigos, con los hijos. Queremos que nos den eso que no pudimos aceptar de quienes nos lo ofrecieron primero.

También puede haber un bloqueo hacia la vida misma: nos cuesta avanzar, recibir, disfrutar. Porque cuando no tomamos a quienes nos dieron la vida, inconscientemente nos negamos a recibir la vida que viene de ellos. Quedamos mirando hacia atrás, esperando que algo cambie en lugar de seguir adelante.

Tomarlos nos hace adultos

Tomar a los padres es el movimiento que nos permite crecer internamente. Hasta que no lo hacemos, seguimos atados a dinámicas infantiles: reclamando, esperando, resistiendo. Pero cuando los tomamos, nos convertimos en adultos, no por edad, sino por posición interna.

Ese movimiento nos da fuerza. Nos conecta con un caudal vital que antes estaba bloqueado. Nos da permiso para ocupar nuestro lugar, para elegir con libertad, para construir desde lo que sí hay. No se trata de hacer algo en lo externo, sino de un gesto interno, silencioso y profundo.

Una frase que ordena

En constelaciones se utiliza una frase que sintetiza este movimiento interno:
“Querida mamá, querido papá, de ustedes lo tomo todo. La vida, tal como vino. Y a cambio, haré algo bueno con ella.”

Este pequeño acto de reconocimiento puede generar una transformación grande. Porque cuando tomamos la vida tal como vino, dejamos de luchar contra ella y empezamos a caminar con ella.


Si sentís que este tema te toca y querés trabajarlo en profundidad, te invitamos a participar en nuestros talleres grupales de constelaciones familiares, tanto presenciales como online. Es un espacio cuidado para mirar tu historia con nuevos ojos, liberar cargas y reconectar con tu fuerza vital. Te esperamos para dar juntos ese primer gran paso: tomar a los padres para tomar la vida.

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