¿Quieres hacerme una pregunta?

La primavera y las Constelaciones Familiares

primavera y constelaciones familiares

La primavera es un momento de renovación en la naturaleza, pero también en nosotros mismos. A medida que las flores comienzan a florecer y los árboles recuperan su verdor, nuestro cuerpo y mente parecen seguir un ciclo similar de reactivación. Pero, ¿por qué durante esta época muchas personas sienten la necesidad de trabajar en su bienestar emocional a través de prácticas como las constelaciones familiares? La respuesta se encuentra en el propio ritmo natural y cómo influye en nuestra salud y emociones.

El despertar del cuerpo y la mente

Después de varios meses de invierno, donde el sol es escaso y nuestras energías parecen disminuir, la llegada de la primavera trae consigo un “despertar” físico y emocional. Los días más largos y la mayor exposición a la luz solar estimulan la producción de serotonina, una hormona clave para la felicidad y el bienestar. Sin embargo, este aumento de energía no siempre viene acompañado de una sensación de alivio inmediato; al contrario, puede hacer que muchos se sientan abrumados o desorientados.

Este período de transición, en el que pasamos de la inactividad del invierno a la energía vibrante de la primavera, puede despertar tensiones no resueltas que hemos acumulado a lo largo del año. Es aquí donde las constelaciones familiares entran en juego, ya que nos permiten explorar y liberar esas emociones acumuladas que emergen con la llegada de la nueva estación.

La piel y las emociones: la conexión entre cuerpo y mente

Es común que en primavera aparezcan alergias o afecciones en la piel, lo que puede parecer simplemente una molestia estacional. Sin embargo, este fenómeno tiene un trasfondo más profundo. Nuestro cuerpo, al igual que los árboles que se desprenden de sus hojas secas, también pasa por un proceso de “descamación”. Este desprendimiento físico puede verse como una metáfora de lo que sucede a nivel emocional: estamos dejando atrás viejas capas, patrones y emociones que ya no nos sirven.

En este sentido, muchas personas experimentan una especie de crisis durante la primavera. El sentirnos mal física o emocionalmente en esta estación es una señal de que algo dentro de nosotros está buscando liberarse. En lugar de resistir este proceso, aprovechar la energía de la primavera para sanar y transformarnos puede ser una oportunidad poderosa. Las constelaciones familiares permiten identificar estas emociones subyacentes y patrones que quizás no habíamos notado, ayudándonos a soltar lo que ya no necesitamos.

Constelar en primavera: aprovechar la energía del cambio

La primavera es una época ideal para constelar. Mientras todo a nuestro alrededor se renueva, nosotros también tenemos la oportunidad de hacerlo. Durante este proceso, las constelaciones familiares nos invitan a reconectar con nuestra familia, nuestra historia y, lo más importante, con nosotros mismos. El “rebrote” que vemos en la naturaleza también se refleja en nuestra psique, que busca sanar y florecer.

Es habitual que, en primavera, algunas personas sientan la urgencia de hacer cambios en su vida o de enfrentar conflictos internos. Puede que nos encontremos repentinamente con situaciones familiares que pensábamos superadas, o que nos demos cuenta de que ciertos patrones emocionales están resurgiendo. Constelar en esta estación no solo nos permite identificar esos patrones, sino también soltar las cargas emocionales que hemos estado arrastrando.

Cuida de ti mismo durante el proceso de transformación

Dado que la primavera es una época de transición, es fundamental cuidar de nuestro cuerpo y mente mientras pasamos por este proceso de renovación. El descanso, la hidratación y la autocompasión son claves para ayudarnos a transitar por esta fase de cambio. Tal como los árboles necesitan tiempo y recursos para crecer de nuevo, nosotros también necesitamos nutrirnos para florecer plenamente.

No es raro que, al constelar en primavera, muchas personas experimenten una especie de liberación emocional profunda, que puede traer consigo una sensación inicial de incomodidad. Sin embargo, lejos de ser algo negativo, esta incomodidad es parte del proceso de sanación. Al igual que el camaleón cambia su piel para adaptarse a su entorno, nosotros también nos desprendemos de viejas cargas y heridas emocionales, lo que nos permite avanzar hacia una vida más plena y equilibrada.

Conclusión: una oportunidad para el renacer emocional

La primavera es, sin duda, una época de transformación y renacimiento, tanto en la naturaleza como en nosotros mismos. Constelar en esta estación puede ser una herramienta valiosa para liberar lo que ya no necesitamos y dar espacio a nuevas posibilidades en nuestras vidas. Si te sientes abrumado o desorientado en esta época, quizás sea el momento de considerar el poder de las constelaciones familiares como una forma de acompañar tu proceso de transformación.

El “rebrote” que ocurre en la naturaleza no es solo un fenómeno externo, sino una invitación para que también experimentemos nuestro propio florecimiento interior.

Ahora, unas preguntas para vos…

¿Cómo resonás en primavera? ¿Notás los cambios estacionales en tu cuerpo? Te leo en comentarios!

Abrir chat
carosalas.com
Hola 👋Bienvenid@ a carosalas
¿En qué puedo ayudarte?